
Esta semana realizamos dos actividades muy interesantes, la primera consistió en un juego de parejas en el que uno le dicta al otro instrucciones para hacer un dibujo, la persona que dicta no puede ver el dibujo de la otra persona y la persona que dibuja no puede ver a la persona que dicta. Esta actividad muestra un lado que no todos hemos sido capaces de ver, y es como interpretan las demás personas nuestra comunicación verbal, poniendo mi ejemplo, yo trabaje con Agustín (Guty) y el me daba instrucciones basadas en mediciones al azar lo cual no resulto muy bien, estoy seguro que para el las instrucciones eran correctas y que al final esperaba que lo que me dictaba resultara en un dibujo bien hecho, al final fue un desastre el dibujo no tenía forma y en parte fue por la manera en que Guty me dictó pero en otra fue que avancé sin detenerme a preguntar ¿Cómo? ¿Donde? y todas esas preguntas que se deben hacer para asegurarme que los dos estábamos en el mismo canal.
La segunda actividad consistió en un juego de negociación en el que un vendedor de naranjas tiene 15 lotes e intenta vender a dos personas interesadas, cada quien tiene una hoja con instrucciones en la que sugiere no revelar tú identidad, durante la actividad cada uno de los interesados ve por sus intereses y en mi caso llegamos a un arreglo de acuerdo a las perdidas/ganancias y no fue el acuerdo optimo ya que uno de nosotros utilizaba las naranjas para el jugo y el otro para la cascara y de haber hablado las cosas buscando la necesidad los dos hubieramos terminado en una relación ganar ganar y no fué el caso.
Creo que lo importante a reflexionar aquí es que esto no es una cuestión de juego en clase o una actividad de 20 minutos a lo mucho, si no que esto es algo que pasa en la vida real, porque los seres humanos tendemos a complicar todo y pocas veces buscamos acuerdos en los que ambas partes o los involucrados tengan una relación ganar-ganar si no buscamos el bien propio o de los nuestros, cosa que sucede a menudo en las guerras, o cualquier tipo de conflicto. Si todos nos detuviéramos a pensar y a preguntar cual es la necesidad del otro, se evitarían muchos problemas.
Nosotros como estudiantes, profesionistas y/o ciudadanos debemos tener esto en cuenta ya que en la vida diaria se dan muchas situaciones de negociación y al no pensar en la necesidad del otro alimentamos este ciclo vicioso cuando podemos pensar "hoy por ti, mañana tal vez por mi" para convertirlo en un circulo virtuoso.
Aquí dejo un video de proyectos que se estan llevando a cabo en África, en el que se ve como un poco de razonamiento y comunicación puede solucionar la necesidad de muchos.









